Un gato, con los pies de trapo y las patas al revés
siempre me pareció un cuento muy chistoso, porque si querías jamas terminaba
después de cuatrocientos años me empezó a aburrir un poco
así que como travesura lo conté diciendo:
Un gato, con los pies de humano y las manos de Dali. Sonreí, soy el mas profano. = )
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